¡A la UPR se le respeta!

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A la memoria del Dr. José Toro-Alfonso.

Imagínese que a usted le llega una carta solicitándole que debe entregar su estado financiero a un pariente lejano en 30 días durante las fiestas navideñas.

A la saliente presidenta interina, la Dra. Celeste Freytes González, se le exigió abrir la cartera Institucional en diciembre de 2016, con el propósito de vaciar aún más sus arcas. De ahí surgen las expresiones del secretario de Asuntos Públicos de la Fortaleza, Ramón Rosario Cortés, quien asegura el incumplimiento de la Dra. Freytes al no entregar el estado financiero al extinto Comité de Transición del gobierno entrante, demanda histórica para la Universidad de Puerto Rico, la cual no está obligada a realizarlo.

Como política institucional, la UPR posee autonomía universitaria. Por ende, el Estado y cualquier organismo autorizado por el gobierno de los EEUU no deben interferir por deferencia a la centenaria Universidad, mucho menos entrometerse en sus finanzas sin importar circunstancia alguna, incluyendo la actual debacle fiscal, provocada por gobernantes/administradores y sus políticas públicas mediocres desde antaño.

La Junta de Supervisión Fiscal (JSF), presidida por José B. Carrión III, hace un mal mayor al realizar la fría, distante y onerosa recomendación al gobernador Ricardo Rosselló Nevares de recortar $300M del presupuesto perteneciente al centro de educación superior más longevo, grande, prestigioso y productivo del País, adicionales a la trastocada fórmula de financiamiento de 9.6%, realizada por el ex-gobernador penepeísta, Luis Guillermo Fortuño Burset.

También la JSF propuso, y el gobernador sin pereza agiliza, la avara movida contra nuestra institución, su estudiantado, su docencia y sus no docentes para alzar el costo de la matrícula por medio de una matrícula ajustada a los ingresos familiares, provocar el recorte de la oferta académica, aumentar la ya cargada agenda docente y negar asignación económica a los fondos correspondientes para el mantenimiento, las mejoras, los programas y los servicios ofrecidos por la UPR. Ello representa una estocada directa y sin tapujos a la zapata fiscal institucional.

¿Cómo es posible que vengan hablando de crisis económica por décadas y el gasto operacional del gobierno sea mayor cada cuatro años? ¿Cuál es la justificación para el exorbitante doble salario de Julia Keleher? Y ¿por qué todavía no se ha contratado a personal capacitado y experimentado de la UPR para asesorar y ejecutar en el gobierno, al menos parcialmente?

Cualquier gobernante y organismo –anterior, actual o posterior– deben saber que la Universidad de Puerto Rico es el mejor proyecto de País con el que contamos y el que defenderemos. La UPR es, a su vez, una inversión a futuro y la que mayores frutos provee hoy día. Pero el hecho de que sea una joya y un tesoro no autoriza a la Junta ni al gobernador a saquear su alcancía con pasmosa tranquilidad. La UPR, repito, es una excelente inversión, no un gasto y mucho menos una alcancía para cuadrar la chequera gubernamental.

Si el gobernador y la Junta de Gobierno de la UPR la viesen como ese proyecto trascendental de País harían lo imposible por impedir que la JSF imponga atenuar la Institución. Tampoco el gobernador permitiría que su gabinete se inmiscuya en la misión, las funciones y las finanzas de la UPR. No se atrevería, además, allanar ni acortar el camino de la excelencia académica, investigativa y creativa con otras instituciones de menor envergadura pero mercantiles y dejaría de pensar en vender algunos Recintos a la competencia. ¡Once Recintos, Una UPR!

Dr. Rosselló, su responsabilidad ministerial con la UPR es salvaguardar nuestro primer y único centro docente público. Mientras, el compromiso y el derecho de la UPR en esta coyuntura histórica es velar y hacer valer que la UPR sea intocable por ningún gobierno o junta de paso.

Sépanlo, el ensañamiento con la UPR de parte de la JSF y el gobierno penepeísta es uno de índole político, pero con la apariencia y el pon de ser económico.

Ninguna presidenta interina, junta institucional ni la Universidad deben estar dispuestas a entregar obligadamente o voluntariamente sus estados financieros ni los de la UPR para auto aniquilarse.

¡A la UPR se le respeta!

Michelle Gotay Morales es estudiante doctoral de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. 

Publicado en:

http://www.elnuevodia.com/opinion/columnas/alauprselerespeta-columna-2295797/

El Nuevo Día, Opinión-Tribuna Invitada, Lunes, 27 de febrero de 2017. Web

Once recintos, una UPR

 

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Michelle Gotay Morales

 

La educación es el arma más potente para cambiar el mundo (Nelson Mandela).

Con la creación de la Universidad de Puerto Rico el jueves, 12 de marzo de 1903, nuestra Isla emprende el proyecto de educación superior más prestigioso hasta hoy día. Esto es así porque durante el año en curso el Recinto de Mayagüez logró colocarse entre las mejores 1,000 universidades a nivel mundial, según el Center for World University Rankings. Mientras, la UPR como institución logró posicionarse en el puesto 59 de 526 universidades iberoamericanas, establecido por el Ranking Iberoamericano, debido a su excelencia académica, no obstante esa posición alcanzada debe producir un estímulo adicional en la Universidad.

Consiste en promover con ahínco la investigación, pero no solo la docente, sino también la estudiantil. De esa manera, la producción intelectual de la juventud emprendedora será conocida con igual importancia y pertinencia que la docente a través de publicaciones en revistas académicas, pertenecientes a los once recintos universitarios y sus respectivas facultades y escuelas, y, a su vez, se den a conocer en el exterior.

En el mundo competitivo actual, tener la oportunidad de publicar investigaciones en revistas académicas y libros siendo estudiantes puede ser la llave que posibilite ingresar a una escuela graduada de los once recintos e incluso posteriormente integrarse al claustro de la Universidad de Puerto Rico o fuera del país. Además, el Estado debe mejorar la disponibilidad de becas para los/as estudiantes graduados/as.

Sus acervos bibliotecarios son imprescindibles y de incalculable valor, y pueden aportar nuevos horizontes investigativos. De ahí, la importancia de preservar las colecciones bibliotecarias de los recintos e impulsar una mayor diseminación de conocimiento con investigaciones noveles y de envergadura a través de revistas académicas y la Editorial, que aquilatan el buen nombre de quien la escribe y de la institución. También debe fomentarse más la importancia educativa, social y cultural que provee el presentar sus investigaciones o proyectos artísticos en conferencias y simposios o exhibiciones tanto locales como internacionales. La investigación académica y artística, y su cultura enaltecen el prestigio de nuestra Universidad glocalmente y, por ende, deben ser prioritarias su promoción y respaldo aún en medio de grandes crisis fiscales y económicas.

Otro asunto acuciante es su plan académico y su proyección nacional, las que deben valorar con igual importancia tanto a las facultades y escuelas con una visibilidad en su rentabilidad, las ciencias, las ciencias ambientales y las ciencias ecológicas aplicadas y la administración de empresas, entre otras, como aquellas con una invisibilidad en su productividad, como es el caso de las humanidades, entre otras.

Un ejemplo reciente de intentar hacer del Recinto de Río Piedras uno mercantil, fue cuando al Departamento de Estudios Hispánicos, uno de los más longevos y reconocidos, fuera puesto “en pausa” en 2011, mientras a otros los pusieron en una lista para tomar acción sobre ellos después. Una reflexión atinada sobre la literatura y el poder la hizo la primera directora del Programa de Estudios de la Mujer y Género Mara Negrón Marrero en medio de la más reciente huelga universitaria durante su segundo año consecutivo en 2011, y dice así: “Constato una gran distancia entre lo que enseño y lo que hacen y dicen las instancias de poder que ostentan los cargos más importantes del país”. Se me hace urgente hacer constar que todas las facultades y escuelas de la Universidad de Puerto Rico acrecientan por igual su brillo y brío con investigaciones, presentaciones o exhibiciones.

En adición, la educación de los once recintos debe ser como la profesada por el educador brasilero Paulo Freire, “La educación debe ejercer la libertad y la creatividad” y debe además estar edificada “sobre cimientos de verdad y sobre bases de bien”, según manifestara el educador puertorriqueño Eugenio María de Hostos y Bonilla.

La UPR no sin retos tiene de frente un futuro esperanzador.

Michelle Gotay Morales es estudiante doctoral de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras.

 

Miércoles, 14 de diciembre de 2016.

http://www.elnuevodia.com/opinion/columnas/oncerecintosunaupr-columna-2272194/