¡Cómo Osas Ser Literato!: Cartografiando la Casa Letrada Nacional ante el Colonialismo y la Cultura Española en el Siglo XIX (La Peregrinación de Bayoán y La Tela de Araña, de Eugenio María de Hostos y Bonilla)

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I. ¡Cómo Osas Ser Literato!: Entorno Político-Cultural Colonial Español

Aunque a decir verdad,

creo que en todas partes estaba yo

llamado por mi organización

a ponerme de parte

de los que sufren y a interesarme

por el progreso y la justicia…

– Alejandro Tapia y Rivera.[1]

 

Cuando La Peregrinación de Bayoán es publicada en España durante el 1863, sus interlocutores deben tener más fresca en la memoria el suceso acontecido entre el monarca absolutista Carlos IV y Napoleón Bonaparte en 1808, que el asesinato del español Salcedo en el río Guaorabo en 1510 por el indígena Bayoán o Urayoán.[2] Según Tapia y Rivera la Constitución española de 1812 significó la apertura crítica y educativa en las artes para la Isla, específicamente en el teatro con la puesta de “obras, piezas, y sainetes contra los carlistas, los frailes, la inquisición, la esclavitud africana, entre otras. Después volvió la censura; tan meticulosa y ridícula como siempre ha sido”.[3] Implicó para Puerto Rico, a su vez, la obtención de la ciudadanía española. Desde Puerto Rico, sin embargo, se realizaron recomendaciones llevadas a las Cortes de Cádiz por Ramón Power y Giralt en la primavera de 1810. De estas cinco, solo se conocen las de Coamo, San Germán, San Juan y Aguada, desconociéndose la de Arecibo. Las que manifiestan conciencia puertorriqueña y celo del español en suelo patrio. San Germán proponía que se creara una Junta Provincial con poder descentralizado, y de no regresar el rey, Puerto Rico sería independiente. San Juan, por su parte, estará más preocupado por la economía y la sublevación esclavista, cuya recomendación prevalece.[4] El deseo de patria no encontrada (PB, 231ss, 285, 354ss) o, mejor debe decirse, de patria usurpada en la primera novela de Hostos, lo exigirá Bayoán. Hubo, entonces, mayor habilidad táctica española político-económica y cultural para quebrantar el naciente terreno revolucionario al implementarse la Cédula de Gracia (1825) (PB, 77), que servilismo puertorriqueño, como expresara Iris Zavala.[5]

La Peregrinación de Bayoán es la única obra del joven escritor que circulará publicada durante los semi-desérticos años en la novelística española, en la que preponderaban las “caricaturas de moda”, según José A. Balseiro.[6] Con esta inesperada publicación, Hostos irrumpe como primer puertorriqueño escritor de novela con características modernas en España, deseoso de gloria literaria (PB, 285), aunque siendo desleal “al rey y a la patria”.[7] La deslealtad a España acaece cuando propone a un indígena dudoso de la inmortal divinidad española y una nueva forma de ordenamiento político-cultural de carácter más democrático y liberal, apoyado desde Francia (PB, 151). El lenguaje de sus exigencias en ocasiones frontal no debió caer en gracia a sus contertulianos en el Ateneo de Madrid ni a los regentes culturales, quienes dirigían la cultura desde la Real Academia Española, y cuya alcurnia ascendía hasta las Cortes (cf. PB, 293). Con estos la importancia de Juan González de la Pezuela y Ceballos, Capitán General de los Ejércitos Nacionales para la Academia Real Española, como en la Academia de Buenas Letras de Puerto Rico que fundó a finales de su regencia durante el 1851.[8] Pero más importante aún será la nueva propuesta política proporcionada con la Confederación Antillana, en la que España deberá estar a favor de su progreso, y por la cual se levantan pueblos heroicos martiriales (PB, 217, 151). Estos países están representados por Bayoán, quien contradictoriamente no muere. La muerte simbólico-martirial acaecerá en Marién, el 19 de noviembre. La que representa, según Lucía Guerra “el desequilibrio… humano e injusto propiciado por el colonialismo español”.[9] La voz y la escritura de Bayoán se suspenden con la muerte de ella, según la última intercesión editorial (PB, 351ss), como resultado de la lógica optimista de los metarelatos políticos y culturales. A pesar de que Bayoán promueve y ejecuta el deber socio-político, su novela diariada está representada por sujetos complejos en una novela moderna con enfoques narrativos y estilísticos polifónicos, según Mijaíl Bajtín, con los que desestabiliza la gran familia unívoca puertorriqueña.[10] Por lo cual Bayoán educa a Marién el comportamiento socialmente impasible “para que no haya hombre ni mujer, ni nadie que se envanezca provocándolo” (PB, 309), lo que responsabiliza a la mujer del deseo ajeno y la responsabilidad moral del imaginario público mediado por el auto-control. Mientras el hablante implícito finaliza La Tela de Araña separando a los amantes destinándoles, mediado por la asimilación psicoanalítica del estudio de sí, al espacio de roles convencionales de género en el siglo XIX, el hombre para la ciencia y la mujer para el convento (TA, 249ss).[11] Principalmente esta novela fue la respuesta moral a la estética de fantasía española y europea sin finalidad ética-sociológica, con la cual compite en el concurso (PB, 68ss; TA, 149ss).

La Real Academia Española se fundó con dos propósitos fundamentales, según el primer volumen de las Memorias de la Academia Española (1870). Estos fueron mejorar la lengua nacional con su famoso lema Limpia, Fija y Da Esplendor, de José Solís y Gante, Duque de Montellano, y estimular la creación literaria debido a que la cultura letrada española estaba constituida por traducciones principalmente, siendo de la Pezuela uno de los traductores.[12] Una estrategia para avivar la creatividad fue atraer talento literario con el establecimiento de concursos en novela, ensayo y poesía. La Real Academia Española estará ocupada por aquellos fieles a la autoridad monárquica que, a su vez, usaron la palabra como medio de resistencia político-cultural ante otros países invasores al suyo

Entonces fué buen acuerdo y patriótica providencia de nuestra Academia inaugurar sus sesiones abriendo las puertas á aquellos que en la pasada lucha habían usado la prosa, la poesía, la elocuencia, el habla, en fin, como un arma esgrimida hábilmente contra del usurpador extranjero.[13]

Durante el 1864, año en que Hostos debía estar compitiendo para el concurso con el manuscrito La Tela de Araña, el ex-gobernador de Puerto Rico (1848-1851), de la Pezuela ejercía como el segundo censor de la Real Academia Española, y parte de sus responsabilidades incluían los concursos.[14] La primera datación de las premiaciones fue en 1778, esto es 65 años después de fundada, el 3 de agosto de 1713, y con el transcurrir de los años se otorgó en distintos momentos, tales fueron en el 1784, 1791, 1798 y 1800. Estos intervalos indican la discontinuidad adolecida. Solo hubo cinco concursos y uno extraordinario durante 18 años (1851 a 1869), que recogen la estadía española de Hostos. Antes de entregar el manuscrito, él sabe que no pasa el dictamen del jurado favorablemente como para ganar el concurso debido a la incautación y silenciamiento de su primera novela (PB, 70, 87). La cual comunicaba ciertas verdades injustas que el colonial no deseaba escuchar cuando expresa “[o] se debe no comunicarla a los que no quieren oírla” (PB, 79). Con esto propone que no se asesinen etnias ni pueblos, así como subjetividades indígenas y africanas con prácticas y políticas-económicas coloniales infames, aquí sigo la filosofía del rostro otro de Emmanuel Lévinas (DL, 217). El otreico Bayoán ante España, entonces, se encuentra junto a “los vencidos”, como afirma Félix Córdova (PB, 71ss, 215, 217, cf. 190).[15] Por ende, el personaje reclama y clama por reformas a España, la cual irónicamente profesa ser poseedora de la verdad (PB, 79). La composición de la Academia desde el censor hasta el jurado no le favorecía a Hostos, aunque leyeran su obra por primera vez y su escrito fuera anónimo, distanciando así ambas novelas de un nombre autorial. Al jurado no le debió cautivar el indecoroso cuadro propio o cercano a manos de un intrépido y arrojado joven extranjero, aunque de moralismo estricto, proponiendo una nueva estética ética a la educación político-cultural a ser cultivada, mientras este se iniciaba en las letras españolas.[16] Con el fallecimiento de Palma, contrario al suicidio acometido por Werther, de Johann Wolfgang von Goethe, Hostos proponía realzar la novela de moda previniendo tanto los triángulos amorosos como los suicidios en la organización socio-económica española, cuya incipiente burguesía se centraba en la ciudad.[17] A pesar del entorno que le enjuiciaba adversamente, Hostos logra entregar el manuscrito para concursar, y así le daba continuidad al vocativo artístico iniciado (D II- I, 154). Por tanto, su participación solo fue un pretexto para ser escuchado una vez más, aunque en esta ocasión desde el lugar de reunión que concentra su audiencia, la Real Academia Española. Pero justamente cuando debió competir existe una ausencia de evidencia para corroborar la realización del concurso. Tampoco existe notificación de premiación o de premiación desierta en las Memorias.

Temáticamente La Peregrinación de Bayoán está ubicada durante el apogeo azucarero debido a la mención de “cañas” en las haciendas en San Juan, Bayamón y El Dorado (PB, 146, 197ss, 210-211), específicamente durante la implementación del trabajo regulado impuesto durante la incumbencia de la Pezuela, con el Régimen de la Libreta a partir de 1848.[18] Su régimen en la Academia Real Española será en la literatura, o el “señor fiscal de novelas” (PB, 86). La estrategia del narrador implícito ante su audiencia es que Bayoán actúa como un “cimarronaje” indígena-criollo imaginativo y simbólico no en huida solitaria hacia el interior del país, sino en persecución del ideal libertario a ultramar, con estética comprometida como arma (PB, 117; D II-I, 134-5).[19] La Tela de Araña, por su parte, hace difícil el símil debido a la referencia editorial entre ambas novelas, cuando enuncia que el suceso acontece 25 años antes (TA, 111), que apuntaría entonces al gobernador previo, Juan Prim, Mariscal de Campos (1847-1848), quien no regulaba el trabajo con libreta. De otra parte, en el carnaval citadino durante la cuaresma se confirma la posición socio-económica de Palma (TA, 161-162; cf. CP, 9) como alguien de renombre en los negocios públicos. Estas festividades de pueblo se distinguen por parodiar de forma personalista a sus dirigentes, según lo expresado por Mijaíl Bajtín (CP, 310ss). Palma afirma con alegría que este es el único espacio para reclamar y exigir derechos ciudadanos (TA, 161). Aunque necesario, este espacio de crítica pública, Palma omite las Cortes como espacio de cabildeo. Lo que distancia la mímesis con su audiencia lectora, la que posee cargos públicos y estrechas relaciones en la política española.

Del Ateneo de Madrid, círculo intelectual y profesional, que mantuvo silencio para una crítica pública ante La Peregrinación de Bayoán cabe destacarse a Benito Pérez Galdós, quien con el paso de los años será el reconocido novelista realista (PB, 70, 88ss).[20] Posteriormente será quien describa a Hostos de ser “un antillano…, de ideas muy radicales” al reseñar los sucesos previos a la gloriosa española de 1868 en Prim.[21] Los jóvenes Hostos y Pérez Galdós, sin embargo, debieron coincidir en tertulias científicas, educativas, culturales y artísticas madrileñas. Además compartieron ser discípulos del pedagogo filosófico Francisco Giner de los Ríos, y estudiantes desertores de Derecho de la Universidad Central de Madrid, el primero en 1866 y el segundo en 1868.

Acerca del juicio crítico en la literatura puertorriqueña e hispanoamericana a la obra de Eugenio María de Hostos, la ensayística es la obra más valorada generalmente. Los académicos y la censura de imprenta omnímoda, a su vez, obstaculizaron con su silencio la diseminación de sus novelas en la península y Puerto Rico debido a las temáticas de política sediciosa y crítica cultural española, allende la calidad de sus manuscritos. Sin embargo, Hostos, nueve años después, coarta La Tela de Araña al privilegiar a La Peregrinación de Bayoán por ser predominantemente liberacionista, un libro puertorriqueño “nuevo”, “nacional” y “dign[o]” para la juventud (PB, 68, 78, 214, 302; D II-II, 210).[22]

 

II. Cara-a-Cara: La Parodia Política Cultural desde el Novelar Moderno Antillano En El Siglo XIX Español

“Esta ciudad

Es una araña tejiendo amapolas

[…]

Yo solo observo y contemplo

cómo esta araña inmensa teje amapolas

en la red pegajosa de soledades calcinadas

por el viento frío de los espejismos…”

– Abniel Marat.[23]

 

La Peregrinación de Bayoán y La Tela de Araña son novelas escritas para ser expuestas en y para la metrópoli. Compartirán no solo el contexto represivo político-cultural ante cualquier obra con temática sediciosa, sino la misma base textual o “intertextualidad”, en la terminología de Julia Kristeva, con una audiencia en mente desde sus primeros bosquejos iniciados en Puerto Rico a partir de 1858.[24] De esta forma llega a Madrid con dos ideas de novelas (PB, 82) y, por otra parte, retoma sus estudios en 1863, serán estas, como asevera Ernesto Álvarez

…dos armas detonantes: dos novelas, –una desde la perspectiva antillana y otra desde la visión española— aunque aún estas se hallaban en su proceso de ordenación y composición; todos los materiales literarios, producto de cinco años de meditación, reflexión y escritura…[25]

 

Se perfila restringida la narrativa en España desde la Constitución de 1845, y aunque luego la represión de imprenta prescribe con el artículo 97, por decreto real en 1852, continuará la política restrictiva. Lo que puede observarse con la apasionada defensa de la censura por el conservador ministro Bravo Murillo, quien expresó su pesar por la influencia de la novela

…difundida con pasmosa profusión, ya por el conducto de los periódicos, ya por medio de entregas y libros de ínfimo precio, la novela penetra hoy día por todas partes, con ese veneno seductor que con su halago encubre todos los gérmenes de la inmoralidad y desorganización social… La novela, por su relación estrecha con la moral, … no puede dejarse circular sin el poderoso correctivo de la previa censura.[26]

El panorama que obstaculizaba la producción literaria española no impidió al antillano Hostos proponer dos novelas distintas expresadas con un lenguaje irónico y hasta satírico que la crítica no le prestó suficiente atención, aunque fue certeramente mencionado por Josefina Rivera de Álvarez cuando define a La Peregrinación de Bayoán con “…carácter de alegoría política-satírica”.[27] Pero ni siquiera Washington Lloréns, el estudioso de la sátira en la literatura puertorriqueña logra reconocer este recurso retórico en la primera novela de Hostos.[28] En la actualidad quien analiza la ironía en la narrativa hostosiana es Luis Felipe Díaz desde el discurso de la modernidad.[29] La crítica política y cultural esbozada con lenguaje satírico no es una invención nueva ni original sino una estrategia de las subalternidades ante el poder, que en este caso es uno de índole colonial y represivo hacia las Antillas a mediados de siglo XIX.[30] A pesar del contexto socio-cultural, Hostos no solo consigue publicar su primera novela anticolonialista, sino, a su vez, dirige su segunda y última al concurso más importante en la metrópoli. Con La Tela de Araña plantea su burla crítica tanto a sus interlocutores, quienes enjuiciarán su novela, como a la Institución política-cultural.

Con ese propósito en mente La Tela de Araña tiene al carnaval y la corte madrileña, mencionada desde La Peregrinación de Bayoán (PB, 355), como ubicaciones narratológicas (TA, 112, 198). Solo al tenerse esto en cuenta emerge la crítica socio-política dirigida a todos los interventores que regulan la política socio-económica y la cultura, por ende, la literatura. Hace esto interpelando al “Tribunal” de la Real Academia Española como sus pocos adversarios en el manuscrito La Tela de Araña desde el inicio “Que leerán pocos lectores” (TA, 103). A quienes menciona así “Valga para con los Académicos…” (TA, 205). Pero si Hostos rechazó un año antes el prólogo de un español, ahora realmente no le interesa premio alguno de los “repudiados […] embelecos académicos”, descrito por Gabriela Mistral, a pesar de Hostos no contar con renombre literario ni estabilidad económica.[31] Implicando, de esta manera, su distanciamiento irónico ante España y los círculos coloniales pero, a su vez, con la narrativa europea fantasiosa que estaba de moda en la época (TM, 397). Estética que años después será debatida sistemáticamente con Tratado de Moral (1888).

El estudio de estas novelas señala no sólo la confluencia temática y fraseológica intratextual, sino una misma base extratextual compartida para escribirlas, en adición a los varios manuscritos inéditos de Hostos (TE, 358).[32] Ya internamente en sus novelas, como posteriormente en sus Diarios se encuentran apuntes del proceso creativo. Este se halla diseminado en el primer Diario, el cual testifica su intención de preparar dos obras literarias, fechado el 29 de septiembre de 1866 (D I-II, 138). Diez años después en el segundo proceso editorial de La Peregrinación de Bayoán (1873), Hostos expone la temática de estos escritos, mencionados por el recuerdo, como dos estudios psicológicos elaborados en los periodos correspondientes a los años 1859 y 1861 (PB, 73). Incluso, el editor-Hostos propone su autoridad para editarla durante el proceso de transcripción (PB, 341). En su Diario [1866], Hostos registra el momento y, a su vez, remira el pasado durante su estadía española, así como en el extenso segundo prólogo de La Peregrinación de Bayoán escrito en Chile (1873). Pero será en la segunda parte del Diario [1875] donde reúne sus escritos publicados e inéditos y los anota: “Diario de mi vida” [1857], “La Sonda”, “La Novela de la vida” [1859] y “Notas de Viaje” (París, Colombia, Perú y Chile) (D II-II, 208-9). Consisten estos regados documentos de modernos sistemas semióticos de saberes y estéticas para comprender la realidad, como lo son el auto-análisis, la novela y las crónicas de viajes. Por otra parte, entre La Peregrinación de Bayoán y sus posteriores Diarios existe cercanía estructural y el recurrente axioma volitivo vocativo literario (D II-I, 140ss), junto a estos los esbozos psico-pedagógicos y la ensayística.

De esta manera Hostos se inserta en tradiciones previas, se adelantará a otras y, a su vez, originará algunas con dos novelas de estructuras distintas. Lo que desde el punto de vista del arte serán dos novelas modernas escritas con hibridez estilística por el novel Hostos, cuya amalgama de movimientos literarios dificultará llamarles ligeramente de naturalista a la primera y realista a la segunda desde el romanticismo. Aunque el naturalismo como movimiento literario establecido es posterior a la narrativa de Hostos, ya en el 1845 Honoré de Balzac acuña el término “naturalistas de la novela”.[33] No obstante, antes de clasificarlas por tradiciones Hostos, Bayoán y el editor-Hostos prefirieron nombrar su primera novela, como “Diario” en el primer prólogo (1863) y “diarios” en el segundo (1873) (PB, 74, 97, 341), “obra de imaginación” (PB, 68), “fuera novela o no lo fuera” (PB, 86), en boca del censor de novelas son “ensayos” (PB, 87) y del editor, “manuscrito” (PB, 302, 340). Externamente, en el segundo Diario dirá “fábula” (D II-I, 133) y “poema-novela en prosa” (D II-II, 210). También Hostos nombra “novela” a La Tela de Araña (Diario II-II, 209). Mientras su narrador, Celedonio de las Cumbres le llama “fábula” (TA, 169). Estas serán reunidas con las siguientes nomenclaturas en el segundo prólogo de La Peregrinación de Bayoán: “trabajos literarios”, “hojas de papel”, “libro” y “libros” (PB, 65, 68, 74, 78, 82). Ambas son estudiadas como novelas por la crítica local e hispanoamericana, así como la diáspora puertorriqueña, pero discrepan en sus énfasis discursivos y valía literaria.

Cuando Hostos se inserta en distintas tradiciones lo hace de manera conflictiva. En su narrativa predomina la tradición liberacionista, antiesclavista y proto-feminista desde un romanticismo neoclasicista y con ello el krauso-positivismo, sin excluir el cristianismo. Desde las Antillas una de las primeras novelas históricas narrada en forma de ensayo fue la obra póstuma Estela (París, 1859), escrita desde Saint Thomas ante el exilio obligado sufrido por el haitiano Emeric Bergeaud.[34] Con sus claros distanciamientos de mímesis épica, La Peregrinación de Bayoán se inserta en el discurso del deseo  político desde las perspectivas otreicas con variadas gradaciones metadiscursivas. Un distanciamiento característico de su novela con la narrativa española y europea es la descripción de los pobladores originarios y esclavizados con un mínimo de realismo histórico en el diario de Bayoán. Esta ficticia crónica de viaje, con sus fechas y lugares, describe la geografía natural autóctona y antillana con una exuberante narración poética-ensayística. Lo que sugiere un distanciamiento ante las crónicas colombinas (cf. PB, 108).[35]

De igual manera, Hostos se aparta en cierta medida de tradiciones hispanoamericanas cuando asumen el naturalismo y realismo costumbrista local desde la  minusvaloración étnica, como los relatos cortos en Facundo o Civilización y Barbarie (1845), del argentino Domingo Faustino Sarmiento. Se alejará, inclusive, a partir de la división lingüístico-estructural ontológica y humana hasta en la formal.[36] Hostos, sin embargo, como Sarmiento vislumbraron para sus tierras la utopía ilustrada de la modernidad lógica-científica a través de la literatura.[37] De las Tradiciones Peruanas [1859ss], de Ricardo Palma, cuya narración oscila entre crónica y relato se distancia por el lenguaje popular manejado, aunque Hostos use el lenguaje popular de palabras y refranes en menor medida. Estos comparten la sátira política y aludir a la audiencia.

Desde el Caribe, Gertrudis Gómez de Avellaneda con la novela romántica Sab (Madrid, 1841). Esta desarrolla el empalme entre raza, género y clase en la estructura socio-económica patriarcal y esclavista en la Cuba colonial. Con esta ordenación, a su vez, los espacios atribuidos a la mujer. Esta novela inicia el protofeminismo antillano desde Madrid, pero será decomisada cuatro años después en Cuba por sediciosa e inmoral a las costumbres nacionales. En Dos Mujeres (1842-1843) cambiará el escenario a la Corte madrileña con una novela psicológica que narra la imposibilidad de felicidad del trío amoroso, causado por los matrimonios concertados. Sin embargo, la autora excluyó ambas piezas literarias de sus Obras Completas.[38] A diferencia de Gómez de Avellaneda, La Peregrinación de Bayoán propone una relación entre indígenas de clases distintas y, por otra parte, con un propósito antillano de liberación. Ante Dos Mujeres, La Tela de Araña se inserta en la manera de novelar del romanticismo europeo y español en boga, a pesar de Hostos no concordar en sus medios y fines con este arte novelesco (TM, 378-379).

De Francia, la novela Consuelo: Un Romance de Venecia (1842), de la prolífica escritora, conocida por su seudónimo, George Sand, quien combina el deseo emancipador, el erótico y el artístico con nociones de pedagogía, psicología, ética y religión, proponiendo a la mujer virtuosa. La propuesta narrativa de Hostos altera el idealismo romántico expuesto en esta obra, cuando las relaciones entre deseo del deber y el deseo erótico confligen en La Peregrinación de Bayoán. Bayoán afirmará el deber liberacionista patriótico por encima del deber erótico, aunque sea igualmente desde el naturalismo eugenésico esencialista y sociológico.[39] Mientras que para La Tela de Araña podría estar tomando el nombre protagónico y el virtuosismo en la mujer puesto a prueba, incluso más allá de la viudez.

De Alemania, la novela epistolar trágica Las Cuitas del Joven Werther (1774), de Johann Wolfgang von Goethe. En esta se narra el drama de Werther ante el matrimonio e imposibilidad amorosa, cuya decepción sin superar hace que acometa suicidio. Será su amigo Guillermo, receptor de sus cartas, quien finaliza la novela con su intromisión editorial. La crítica literaria coincide generalmente que esta obra funciona de hipotexto en la narrativa hostosiana (Rivera de Álvarez, Rosa-Nieves, Méndez, Colón Zayas, J. E. González y Caballero Wangüemert). Contrario a la narrativa romántica germana individualista y sentimental, Bayoán procura reunir la erótica social racio-conciencial y la erótica personal (TM, 200). Hostos yuxtapone elementos de Goethe en su narrativa, como la tradición de intervención editorial.

De la dramaturgia trágica inglesa, Hamlet (1601), de William Shakespeare.[40] El asesinado rey de Dinamarca en una visitación fantasmagórica, que Hostos comprende como la conciencia, le confiesa a su hijo la verdadera razón de su muerte y procura su venganza, con la que se asesinan inocentes y culpables por igual. Solo sobrevive Horacio, quien contará la historia. La ironía y el sarcasmo son el lenguaje destacado de Hamlet, y el cumplimiento del deber del padre. La narrativa de Hostos recoge ambas. La influencia de Shakespeare en Hostos data desde sus años mozos, como lo afirma su biógrafo Juan Bosch, antes del admirado “Ensayo Crítico” de Hamlet, reunido y publicado en Chile durante el año 1873 (cf. PB, 257; TA, 105).[41]

De Puerto Rico tenemos El Gíbaro. Cuadro de Costumbres de la Isla de Puerto Rico (1849), de Manuel A. Alonso, La Palma del Cacique (1852), de Alejandro Tapia y Rivera, y Los Dos Indios. Episodios de la Conquista de Borinquen (1857) y La Virgen de Borinquen (1859), de Ramón Emeterio Betances. Aunque estos letrados y profesionales comparten con Hostos tanto el contexto colonial, esclavista y represivo como la influencia cultural española y europea, a Hostos le interesó menos resaltar el costumbrismo local y el lenguaje autóctono como lo hiciera Alonso, en menor grado Tapia. Mientras el krauso-positivismo distanciará sus obras de Alonso, Tapia y Betances.

En parte esta variada intertextualidad fue el influjo intelectual de la época recibida por Hostos, que contribuyó para la realización de sus dos ideas de novelas modernas en la España de mediados de siglo XIX.[42] En el romanticismo incursionó con el monólogo interior moderno (Hamlet, Woolf, Joyce), al que añade interpelación a la audiencia con el lenguaje irónico y hasta satírico-ético didáctico (Sócrates). El monólogo se lo proporcionó el estudio de sí (Griegos, Krause), con el que se anticipa a las teorías psicoanalíticas (Freud, Lacán) y, a su vez, las políticas-pedagógicas del colonizado (Memmi, Fanon) y del oprimido (Freire). A través de estas busca armonizar al ser humano con la sociedad y el universo (Krause), finalidad emprendida por el neoclasicismo, junto al imperativo moral (Kant).[43] Esto con la finalidad de originar una nueva realidad “lo bello bueno, y […] lo bueno bello” (TM, 378-9). Se adelanta al naturalismo iniciado por Benítez Galdós en La Fontana de Oro (1870) y a Émile Zola, sistematizador del movimiento, con La Novela Experimental (1880).[44] Al que agrega, el estudio de sí y la moral sociológica como pedagogía científica pragmática y filosofía historicista o religión humanista (Rousseau, Krause, Comte) (cf. TE, 363).[45] Ante el realismo histórico político provee el imperativo moral (Kant); al realismo subjetivo, la ciencia psico-pedagógica naturalista (Krause, Rousseau) y al realismo artístico, la ambigüedad e imaginación ilustrada conciente en la estética romántica (Kierkegaard, psico-sociología positivista, Kant).[46]

A su vez, ambas obras emprenden nuevas tradiciones literarias. En el segundo Diario compila sus escritos literarios, políticos, científicos, filosóficos publicados en periódicos y revistas, e inéditos (D II-II, 208-214). Enumera su archivo letrado al proporcionar revistas y libros leídos (D II-II, 300-303), además de los escritores mencionados en el segundo prólogo chileno (PB, 69).  En este nuevo prólogo a su primera novela, Hostos inserta el proceso de planificación escriturario, las lecturas públicas de los manuscritos mientras se van escribiendo, las distintas entregas a la imprenta, incluida la recepción obtenida (PB, 83ss). De esta manera, Hostos inicia la tradición de documentar y reseñar sus proyectos literarios, alejándose de la tradición que solo expone la biblioteca leída, a cuya tradición también pertenece. Por otra parte, la bibliografía anotada le otorga primicia de redactar una carta de presentación laboral actualizada, aunque fuera compuesta inicialmente con la finalidad de redactar un inventario de pertenencias, premeditando la posibilidad de morir cuando embarcara a Nueva York para luchar por la independencia de Cuba. Con la re-edición chilena de La Peregrinación de Bayoán (1873), Hostos origina una nueva lectura que le añade metadiscursividad a su novela, mientras revela el proceso de su quehacer escriturario. Con el que asume, a su vez, ser su propio crítico y juez, autorizándose de esa manera como escritor literario tanto en Puerto Rico como en América Latina, su nueva audiencia (PB, 95). Al concursar en la Real Academia Española con La Tela de Araña afirma la libertad de expresión artística, se nombra novelista (TA, 206) e inicia una nueva forma de difusión para dar a conocer la novela a su audiencia. De esta manera, se distancia de la tradición de novelas por entrega o folletines en auge a partir de 1840, y fuera la tradición que recogiera las grandes novelas del siglo XIX.[47]

La primera faceta escrituraria de Hostos fue una moderna fraguada entre Puerto Rico y España, nutrida de corrientes científicas, filosóficas, sociológicas y artísticas. Con estas Hostos discurre a través de un lenguaje irónico y satírico en la novela de viaje y la novela citadina-carnavalesca, cuyas técnicas literarias y retóricas evolucionarán en el manuscrito La Tela de Araña. En medio de políticas culturales restrictivas españolas, las narrativas de Hostos irrumpen con reflexión metadiscursiva, ruptura formal e intervención editorial que por un lado, hace conflictiva la novela moderna burguesa y con la que por el otro, interpela a los círculos de poder cultural con su quehacer y lenguaje, así como a las relaciones socio-humanas en el proceso de erigir Nación y estética desde España.[48]

La asumida voz indígena de Bayoán por el autor implícito letrado, con ironía piensa para sí no solo el deseo vocativo y la disciplina requerida, sino el mismo propósito escriturario, mientras escribe su conflictividad con la novela como arte moderno, al subrayar “Si nada tengo que decir, ¿por qué tomo el lápiz y el papel?” (PB, 113). En La Tela de Araña, el lenguaje irónico es modificado a uno de índole satírico, con el cual se mofa del manejo de técnicas cronotópicas entre novelistas en la Real Academia Española, así “el escenario donde yo presencié el drama, no es América, es Madrid; el año, el mes, y el día (por sólo competir en minuciosidad con los más admirados novelistas) los diré a su tiempo” (TA, 111; cf. 159). Pero no se conformará, sino que pasa a dirigir a la audiencia a cómo leer su manuscrito, cuando dice “Ahora, hagámonos perdonar los dos capítulos pasados, dando principio a la novela” (TA, 111). Con lo que sugiere que los capítulos previos solo prologan la novela. Contrario a La Peregrinación de Bayoán, en La Tela de Araña se enuncian todas las acepciones paródicas, tales como: “risa”, “carcajada”, “burla”, “chiste”, “broma”, “sarcasmo”, “caricatura”, “ironía” y “sátira” (TA, 133, 142, 166, 191, 211, 229; CP, 45).[49] Las “monstruosidades” citadinas serían una de las acepciones de lo grotesco en ambas novelas. Para que el lenguaje satírico e, incluso, irónico, sea efectivo debe ser serio como el usado.[50] Lévinas, por su parte, no reúne la risa con la seriedad porque la totalidad impide la cercanía que produce el elemento lúdico, que Hostos propone en La Tela de Araña cuando distingue el bien absoluto del bien relativo con la risa, como elemento que saca a la persona de sí para acercarse a otra persona por la persecución de la felicidad socio-humana (TA, 133-134), y que en La Peregrinación de Bayoán se enuncia que “sale del corazón, de donde salga, al rostro” (PB, 214). Por lo cual, Lévinas y Hostos comparten el deber como responsabilidad de la libertad personal por la otredad y el colectivo (TI, 273; DL, 67), pero validando la indisoluble individualidad.

En la narrativa de Hostos se encuentra preponderantemente los recursos retóricos irónicos y satíricos como crítica social que reta a la política colonial y sus políticas de libertad de expresión, libertad de asociación y reunión, libertad de imprenta, institución educativa y economía esclavista, así como la valía humana y pensante en las Américas. No por ello deja de apelar crítica y humanamente a la persona, la sociedad y las naciones antillanas y América en general, con sus discursos narrativos. A su vez, con estas políticas criticará a la cultura española y sus instituciones culturales, tales como la Real Academia de España y el Ateneo de Madrid y, además, a la literatura romántica sin telos ético en la época. El uso crítico del lenguaje irónico y satírico en las novelas muestra el método de exclusión por superioridad moral y espiritual ante la otredad, con el propósito de degradación social, según se observa en el trato al anciano (PB, 219ss) y los aforismos hacia la mujer adúltera (TA, 162, 164). Siguiendo a Bajtín, estos ejemplifican la risa satírica sin elementos positivos.

Las novelas proponen a Bayoán y Palma como dos hombres públicos forjadores de civilización racio-conciencial e intérpretes morales de lo cultural, mientras el ideal romántico armonioso choca con la realidad. De esa manera se asemejan diferenciadamente sus procederes (PB, 124); uno, en busca de gloria estética con telos político emancipador y el otro, noble madrilense con interés moral y cultural. Bayoán expone su diariada intimidad desde el lirismo; mientras, el autor implícito y el editor desde la ensayística.  Estos protagonizan dos novelas que, parafraseando a Bajtín, fungen como informes íntimos-públicos de travesía en el proceso conflictivamente humano y moderno de unificar un sujeto “lógico” (PB, 125; 293, TA, 194ss; cf. TE, 261, 288ss). El autor implícito en el manuscrito La Tela de Araña narra el “goce” en fiestas sociales en el que se enuncia la bebida y la comida (TA, 160), aunque sin banquete como en François Rabelais, como actividad comunitaria en el espacio del carnaval (CP, 19; PB, 325). En el carnaval-citadino se exhiben los deseos prohibidos culturalmente (PB, 119), que antagonizan con la persecución de felicidad del amor romántico (TA, 160; cf. TE, 274).

De otra parte, las actantes principales, Marién y Consuelo, son mujeres de clase media o pequeña burguesía y noble, cuyas clases socio-económicas discrepan estructuralmente.[51] Esto añade a la problemática colonial, de etnia y género, que exponen la injusticia perpetrada hacia las mujeres en la época decimonónica.[52] Manifestado por una apalabrada Marién-Isla, distinta a Consuelo, que le exige con un anticolonialismo de género a Bayoán: “[n]o vuelvas a ser cruel conmigo” para rápidamente acusarle “me has empeorado” (PB, 328) ante el deterioro de su salud. El comportamiento representado en la trama es de “totalizante” en la terminología de Lévinas, y lo asevera el propio Bayoán, quien enfurecido le reclama que es de su pertenencia con: “…imperio: “tú eres mía!”…?” (PB, 327). El signo de interrogación final sugiere la afirmación pero con intención de provocar duda sobre la violencia hacia ella.

Formalmente, La Peregrinación de Bayoán es significativa. Bayoán aborda nuevamente la embarcación durante la conquista de América (12 de octubre). Mientras el editor-Hostos concluye la novela diariada de Bayoán un año y cuatro meses después, señalando la ruptura estructural cíclica (23 de la febrero). A su vez, durante esa fecha se publica en Alemania en 1455, la Biblia, por Johannes Gutenberg (PB, 101, 355). Lo que implica varios asuntos. La importancia de libertad de imprenta de un libro cautivo por unos pocos para la circulación del conocimiento religioso a un mayor número de personas en su lengua vernácula. Otro señalamiento, es la metáfora “punto” representando a la mujer como lugar de gravitación en la narrativa de Hostos. Es por esto que los protagonistas conocen a las mujeres en el cielo, luego en Puerto Rico y en la casa (PB, 135; TA, 119). También simbolizará que el hablante implícito no solo (re)interpreta y peregrina como Cristóbal Colón sin mímesis, sino que secularizó la Historia del unívoco discurso genésico de la familia heteronormativa, promulgado por un gran número de Católicos y Protestantes. Hostos escribe desde la Ilustración científica que junto al ideal político representan sus estéticas narrativas, aunque siendo crítico del naciente capitalismo.[53] Con estas, se encuentran rezagos en la diferenciación entre hombre y mujer por sus roles pretendidamente ontológicos y naturales. Los cuales proponen al hombre como ser y existencia. Mientras la mujer es medio y finalidad en la organización social nacional, aunque estas fuesen interrumpidas con la muerte y el convento (PB, 303, 309, 315, 328; TA, 142-143).

III. Apéndice    

         Abreviaturas y Siglas Utilizadas

         1) Eugenio María de Hostos

PB         Obras Completas. Edición Crítica. La Peregrinación de Bayoán. I:                             I. Río Piedras: Instituto de Cultura Puertorriqueña, Editorial de la                               Universidad de Puerto Rico, 1988.

TA         Obras Completas. Edición Crítica. La Tela de Araña I: IV. Río Piedras:                      Instituto de Estudios Hostosianos, Editorial de la Universidad de Puerto                     Rico, 1997.

L          Obras Completas. Edición Crítica. Literatura. I: III. Revisada y anotada por                Julio César López y Vivian Quiles Calderín, con la colaboración de Marcos                Reyes Dávila San Juan: Editorial del Instituto de Cultura Puertorriqueña,                  Editorial de la Universidad de Puerto Rico, 1994.

TM       Obras Completas. Edición Crítica. Tratado de Moral. IX: I. Edición Crítica.                 Revisada y anotada por Julio César López, Carlos Rojas Osorio y Vivian                   Quiles Calderín. San Juan: Instituto de Estudios Hostosianos, Editorial de la             Universidad de Puerto Rico, Oficina del Presidente Administración Central,               Universidad de Puerto Rico, 2000.

D I-II     Obras Completas. Edición Crítica. Diario (1866—1869). II: I. San Juan:                     Editorial del Instituto de Cultura Puertorriqueña, Editorial de la Universidad                de Puerto Rico, 1990.

D II-II    Obras Completas. Edición Conmemorativa del Gobierno de Puerto Rico.                  Diario (1870—1903). II: II. Segunda ed. San Juan: Editorial Coquí, Instituto               de Cultura Puertorriqueña, 1969.

             2) Emmanuel Lévinas

TI         Totalidad e Infinito: Ensayos Sobre la Exterioridad. Trad. Daniel E. Guillot.                 6ta  ed. Salamanca: Ediciones Sígueme, 2002.

DL        Difícil Libertad: Ensayos sobre el Judaísmo. Trad. Nilda Prados. Buenos                    Aires: Ediciones Lilmod, 2004.

             3) Mijaíl Bajtín

CP        La Cultura Popular en la Edad Media y el Renacimiento. El Contexto de                    Rabelais. 3ra reimpresión. Madrid: Editorial Alianza, 2003.

TE        Teoría y Estética de la Novela. Trad. Helena S. Kriúkova y Vicente                            Cazcarra. Madrid: Taurus, 1989.

[1] Tapia y Rivera, Alejandro. Mis Memorias: o Puerto Rico Cómo lo Encontré y Cómo lo Dejo. Río Piedras: Editorial Edil, 1971. 90.

[2] El sagaz francés de grandes destrezas estratégicas políticas y militares ocasiona la abdicación del rey en su hijo, Fernando VII, a quien se le impide reinar en la Península hasta tanto no implemente la primera Constitución española de 1812 (Cf. PB, 251). Regresará a España durante el 1814 del impuesto exilio francés, y con esto revocará la monarquía constitucionalista liberal moderada, establecida en las Cortes de Bayona. Cf. García Ochoa, María Asunción. La Política Española en Puerto Rico durante el Siglo XIX. Río Piedras: Editorial de la Universidad de Puerto Rico, 1982. 1-2, 105-112.; González Vales, Luis E. y María Dolores Lugo, coords. Historia de Puerto Rico. Vol IV. Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas; Oficina de Servicios Legislativos. Historiador Oficial de Puerto Rico; Centro de Investigaciones Históricas, Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras; Ediciones Doce Calles, 2012. 353; Scarano, Francisco A. Puerto Rico: Cinco Siglos de Historia. México: McGraw Hill, 1998. 367-374, 380. En referencia al debate histórico del nombre indígena cf. Lugo Suárez, Adelaida. Eugenio María de Hostos. Ensayista y Crítico Literario. San Juan: Instituto de Cultura Puertorriqueña, 1970. “Hostos, Crítico Literario.” MA. Universidad de Puerto Rico. 1956. 13.

[3] Ibid. Tapia y Rivera. 1971. 106.

[4] Ibid. González y Dolores, coords. 2012. 122, 129ss, 139ss, 353ss; Ibid. Scarano. 1998. 373ss.

[5] Zavala, Iris. “Puerto Rico, Siglo XIX: Literatura y Sociedad.” (Primera Parte). Sin Nombre. VII: 4 (Enero-Mayo, 1977): 10.

[6] Cf. Navas Ruiz, Ricardo. El Romanticismo Español. Madrid: Ediciones Cátedra, 1990.; Álvarez, Ernesto. “Estado de la Novela en España en la Década de 1860-1870.” de Hostos, Eugenio María. Obras Completas. Edición Crítica. La Tela de Araña I: IV. Transcripción, revisión y anotaciones por Vivian Quiles-Calderín, con la colaboración de Julio César López y Ernesto Álvarez. Río Piedras: Instituto de Estudios Hostosianos, Editorial de la Universidad de Puerto Rico, 1997. 53-71.; Citado en Santos, Rosa Elena. “España en la Obra de Eugenio María de Hostos.” MA. Columbia University, 1962. 93.; Cf. Balseiro, José A. “Crítica y Estilo Literarios en Eugenio María de Hostos.” Revista Iberoamericana I: 1 (1939): 17-27.

[7] Esta cláusula jurídico-real fue utilizada en la metrópoli para criminalizar las alzadas revolucionarias. Rigau Pérez, José G. Puerto Rico en la Conmoción de Hispanoamérica. Historia y Cartas Íntimas 1820-1823. San Juan: Editorial Revés, 2013. 385.

[8] Cf. Cabrera, Francisco Manrique. Historia de la Literatura Puertorriqueña. Reimpresión de Luis de Arrigoitia. Río Piedras: Fundación Francisco Manrique Cabrera, Publicaciones Gaviota, 2010. 106.

[9] Guerra Cunningham, Lucía. “Feminismo e Ideología Liberal en el Pensamiento de Eugenio María de Hostos.” Cuadernos Americanos 16 (1989): 141.; Cf. Peña Jordán, Teresa. “Cuerpo Político del Deseo: Literatura, Género e Imaginario Geocultural en Cuba y Puerto Rico (1863-2000). Diss. University of Pittsburg, 2005.

[10] Cf. Díaz, Luis Felipe. La Na(rra)ción en la Literatura Puertorriqueña. San Juan: Ediciones Huracán, Inc., 2008. 74.; Colón Zayas, Eliseo R. “La Escritura ante la Formación de la Conciencia Nacional: La Peregrinación de Bayoán, de Eugenio María de Hostos.” Cruz Ansata 9 (1986): 162-163. Más reciente es el ensayo de Lefevre Tavárez, Jorge. “Las Voces Autoriales en La Peregrinación de Bayoán.” 2010. Web.; Gelpí, Juan G. Literatura y Paternalismo en Puerto Rico. Segunda ed. Ampliada. San Juan: Editorial de la Universidad de Puerto Rico, 2005. 12.

[11] Cf. Sarasúa, Carmen. “Aprendiendo a Ser Mujeres: Las Escuelas de Niñas en la España del Siglo XIX.” Cuadernos de Historia Contemporánea 24 (2002): 281-297.

[12] Juan González de la Pezuela y Ceballos, marqués de la Pezuela y conde de Cheste, fue instalado como honorario en la Real Academia Española, el 8 de junio de 1845, y nueve meses después, 25 de marzo de 1846, es ascendido a supernumerario. Este funge como segundo censor, luego de Mariano Roca de Togores y Carrasco, Marqués de Molins. Roca De Togores y Carrasco, Mariano. Memorias de la Academia Española. I: I. Madrid: Imprenta y Estereotipia de M. Rivadeneyra, 1870. 62.

[13] Ibid. Roca De Togores y Carrasco. 1870. 26-7. Cf. La historia de la Academia Española más reciente y exhaustiva pero de difícil acceso es Historia de la Real Academia Española. Madrid: Espasa Calpe, 1999., elaborada por el ex˗miembro Alonso Zamora Vicente.  De la que se espera una nueva edición coordinada por Carmen Iglesias y José Manuel Sánchez Ron, en la que colaboran Acción Cultural Española (AC/E) y Biblioteca Nacional de España (BNE), junto a la Real Academia Española. “300 años. Avance del Programa.” Real Academia Española octubre de 2013. 5. Web.  Un mes más tarde sale a la luz pública la nueva versión, gracias al apoyo financiero otorgado por la Fundación BBVA, titulada La Lengua y la Palabra. Trescientos Años de la Real Academia Española. Madrid: Real Academia Española, 2013.  Consta de treinta capítulos históricos sobre la Academia y la lengua española. “La Fundación BBVA presenta La Lengua y la Palabra, Un Repaso a la Historia y los Retos Actuales de la RAE en su Tricentenario.” Nota de prensa, Real Academia Española 25 de noviembre de 2013. 2. Web.

[14] Como parte de sus obligaciones se encontraban establecer los reglamentos, formar parte del jurado y hacer reportes de los participantes que concursaban. La Academia, por su parte, estaba compuesta por treinta y seis académicos de número con el abecedario en mayúsculas y minúsculas, estas últimas fueron sumadas a la cantidad con la que fue instituida. Esta reorganización institucional fue decretada por la reina Isabel II, María Isabel Luisa de Borbón y Borbón – Dos Sicilias (1833-1868), con el aval legal de las Cortes durante el 15 o 25 de febrero de 1847.

[15] Córdova, Félix. “La Peregrinación de Bayoán: Construcción de un Punto de Vista.” Anuario Hostosiano I: I (1988): 98.

[16] Ibid. Cabrera. 2010. 106, 149.

[17] La modernidad española de menor pragmática que la francesa se inicia con el régimen moderado en 1843, el que estaba regulado por las estratas de clase y profesiones. Existe, a su vez, el disloque de progreso económico entre el rezagado comercio citadino y el aún más distante avance rural con la agricultura. Cf. García Ochoa. 1982. 10, 26ss., 264ss.

[18] Scarano. 1998. 390ss, 405, 416ss.

[19] Ibid. Scarano. 1998. 423.; Cf. Baralt, Guillermo. Esclavos Rebeldes: Conspiraciones y Sublevaciones de Esclavos en Puerto Rico (1795-1873). Río Piedras: Ediciones Huracán, 1981.

[20] Durante el Trienio Liberal, 1820-1823, representó la llegada de la clase letrada exiliada forzosamente en Francia e Inglaterra por la monarquía absolutista de Fernando VII. A su llegada será inaugurada la más preciada “joya” madrileña, el Ateneo Científico y Literario para la España moderna de 1820. El Ateneo que conocerá Hostos fue el fundado por la Junta Extraordinaria durante el 31 de octubre de 1835, que será cerrado en 1866. Desde esta fecha se añade al Ateneo el adjetivo de Artístico. Con el ingreso de nuevos socios, el reinaugurado Ateneo unirá el pensamiento filosófico, político y artístico de ambas épocas del romanticismo, liberalismo e ilustración profesados, estableciendo con ello sus propósitos culturales y educativos cuando establece consolidar y extender la ilustración, debatir con apertura, difundir la cultura y elevar el nivel de vida de la Nación, así como su lema “Socorrer enseñando”. A su vez, proveerá debates por secciones temáticas anualmente desde sus cátedras permanentes, tales como Ciencias Morales y Políticas, Ciencias de Literatura y Bellas Artes, Ciencias Naturales y Ciencias Físicas y Matemáticas. Los limitados recursos económicos del Ateneo no impidieron a los ateneístas ocuparse de sostener y aumentar el Gabinete de Lecturas con periódicos, revistas y libros franceses, alemanes e ingleses, entre otros, ya comprados o donados. Cf. Huertas Vázquez, Eduardo L. “El Ateneo. Hijo Predilecto de la Económica Matritense.” Ilustración de Madrid 15 (Primavera 2010): 53-56.; Fulgosio, Fernando. “Memoria.” Madrid: Ateneo Científico y Literario de Madrid, Junta General, 31 de diciembre de 1859, 1861, 1862, 1863. Web.; Rafael M. de Labra y Cadrana fue su historiador, El Ateneo (1835-1905): Notas Históricas. Madrid: Tipografía Alonso, 1906. En el 2010, se intituló El Ateneo de Madrid: Orígenes, Desenvolvimiento, Representación y Porvenir. El Ateneo (1835-1905): Notas Históricas. Madrid: Ateneo de Madrid, 2010.; Mora, Gabriela. “El Contexto Social.” de Hostos, Eugenio María. Obras Completas. Edición Crítica. Diario (1866—1869). II: I. San Juan: Editorial del Instituto de Cultura Puertorriqueña; Editorial de la Universidad de Puerto Rico, 1990. 49, 49, n. 29.

[21] Pérez Galdós, Benito. “Prim.” Los Episodios Nacionales. Tomo IX. Madrid: Ediciones Urbión, 1982. 3963.

[22] Quintero Rivera, Ángel G. Patricios y Plebeyos: Burgueses, Hacendados, Artesanos y Obreros. Las Relaciones de Clase en el Puerto Rico de Cambio de Siglo. Río Piedras: Ediciones Huracán, 1988. 23.

[23] Marat, Abniel. poemas de un homosexual revolucionario. San Juan: Ediciones Gallo Galante, 1985. 20-1.

[24] Mora, Gabriela. Hostos Intimista: Introducción a su Diario. San Juan: Instituto de Cultura Puertorriqueña, 1976. 19.

[25] Álvarez, Ernesto. Hostos Novelista: Estética y Psicología en “La Peregrinación de Bayoán.” Río Piedras: Edil, 2000. 56.

[26] Marcuello Benedicto, Juan Ignacio. “La Libertad de Imprenta y su Marco Legal en la España Liberal.” Ayer 34 (1999): 79.; Ibid. García Ochoa. 1982. 14.

[27] Rivera de Álvarez, Josefina. Literatura Puertorriqueña. Su Proceso en el Tiempo. Madrid: Ediciones Partenón, 1983. 534.;  Cf. Beauchamp, José Juan. “La Peregrinación de Bayoán: Crisis de la Novela y Novela de la Crisis de la Búsqueda de Valores.” Talleres 5:1-2 (1989): 156.

[28] Lloréns, Washington. “El Humorismo, el Epigrama y la Sátira en la Literatura Puertorriqueña.” Literatura Puertorriqueña. 21 Conferencias. San Juan: Instituto de Cultura Puertorriqueña, 1960. 459-512.

[29] Díaz, Luis Felipe. De Charcas, Espejos, Infantes y Velorios en la Literatura Puertorriqueña. Segunda ed. corregida y ampliada. San Juan: Isla Negra Editores, 2011. 24.; Díaz, Luis Felipe. La Na(rra)ción en la Literatura Puertorriqueña. San Juan: Ediciones Huracán, Inc., 2008. 72.; Cf. Rosa, Richard. Los Fantasmas de la Razón. Una Lectura Material de Hostos. San Juan: Isla Negra Editores, 2003.; Rosa, Richard. “La ‘Cosa’ hostosiana y la ‘cosa’ de Hostos: Ética, Estética y Mercancía.” Exégesis 48/50 (agosto 2003): 191.

[30] Manolo Nuñez Negrón hace un excelente aporte sobre las tretas subalternas con el uso de ese lenguaje ante el poder en la literatura hispanoamericana en Políticas del Humor en América Latina. Estética y Discurso Satírico en el Siglo XIX. Río Piedras: Ediciones Huracán, 2011.

[31] Citada en Babín, María Teresa. “La Crítica Literaria (en Puerto Rico).” Literatura Puertorriqueña 21 Conferencias. San Juan: Instituto de Cultura Puertorriqueña, 1960. 565-566.

[32] Cf. Álvarez. 2000. 14-5; p. 57, n. 15.; Cf. Álvarez. “Observaciones Preliminares.” Hostos. Obras Completas. Edición Crítica. La Tela de Araña I: IV. 1997. 24-25.; Cf. Caballero Wangüemert, María. “Intertextualidad y Modelos: La Peregrinación de Bayoán, de Eugenio María de Hostos.” Revista de Estudios Hispánicos 33:1 (2006): 3-16.

[33] Cf. Tollinchi, Esteban. Romanticismo y Modernidad. Ideas Fundamentales de la Cultura del Siglo XIX. Río Piedras: Editorial de la Universidad de Puerto Rico, 1989. 1113, 1134.; Estébanez Calderón, Demetrio. Diccionario de Términos Literarios. Sexta Reimpresión. Madrid: Alianza Editorial, 2008. 718, 903.

[34] Parlatano, Marc-Olivier. “Stella – Emeric Bergeaud. Cri d’espoir d’un Haïtien en exil.” Web.

[35] Anderson Imbert, Enrique. Historia de la Literatura Hispanoamericana. I. La Colonia Cien Años de República. Quinta ed. México: Fondo de Cultura Económica, 1965. 21.

[36] Ibid. Anderson Imbert. 1965. 232.; Shimone, Pedro. Historia de la Literatura Latinoamericana. Tercera ed. Madrid: Editorial Playor, 1999. 99.; Cf. Díaz. 2008. 73-74.

[37] Ramos, Julio. “Fragmentación de la República de las Letras.” Desencuentros de la Modernidad: Literatura y Política en América Latina en el Siglo XIX. Santiago: Editorial Cuarto Propio, Ediciones Callejón, 2003. 75.

[38] Ibid. Shimone. 1999. 103.

[39] Cf. La Greca, Nancy. Rewriting Womanhood. Feminism, Subjectivity, and the Angel of the House in the Latin American Novel, 1887—1903. Pennsylvania: The Pennsylvania State University Press, 2009. 126.

[40] De España, un teatro comparable al de Shakespeare y las obras de Hostos es el de Antonio García Gutiérrez, quien ocupara la silla P en la RAE. La representación de su obra El Trovador en 1836, lo catapultó a la cima literaria. Fue ayudado por José de Espronceda y Mariano José de Larra, de quien obtuvo una crítica elogiosa. El Trovador contiene temáticas tanto de Hamlet como de Romeo y Julieta. Entre estos, el sujeto vacilante, la mujer apasionada, la revolución, la venganza y el amor. Cf. Navas Ruiz. 1990. 282-286ss.

[41] Hostos. Obras Completas. Edición Crítica. Literatura. I: III. Revisada y anotada por Julio César López y Vivian Quiles Calderín, con la colaboración de Marcos Reyes Dávila. San Juan: Editorial del Instituto de Cultura Puertorriqueña, Editorial de la Universidad de Puerto Rico, 1994. 255-314.;  Bosch, Juan. Hostos: El Sembrador. Río Piedras: Ediciones Huracán, 1976. 105.; Méndez, José Luis. “Hostos vs. la Literatura.” Reintegro de las Artes y la Cultura 1: 1 (1980): 21.

Adelaida Lugo propuso que Hostos leyó Romeo y Julieta en lengua inglesa durante el año 1867. Lugo. “Hostos y la Literatura.” Cuadernos Hostosianos 2: 1 (1988): 11-12. No obstante, en referencia a la pieza teatral Hamlet, de Shakespeare, y para la época que Hostos reside en España, ya se han realizado traducciones al español de esta pieza clásica. Cf. Pablo Avecilla. Hamlet. Drama en Cinco Actos. Imitación de Shakespeare. Madrid: Imprenta de C. González, 1856.

[42] Cf. Caballero Wangüemert. “Intertextualidad y Modelos: La Peregrinación de Bayoán, de Eugenio María de Hostos.” Revista de Estudios Hispánicos 33:1 (2006): 3-16.

[43] Cf. Álvarez. Hostos Novelista: Estética y Psicología en “La Peregrinación de Bayoán.” Río Piedras: Edil, 2000. 151, 155.;  Reyes Dávila, Marcos. “La Tela de Araña del Instituto de Estudios Hostosianos. Manual para Techos de Cristal.” Hostos: Las Luces Peregrinas. Humacao: Universidad de Puerto Rico, 2004. 5.; Cf. Ortiz Hernández, Evelyn. “Eugenio María de Hostos y Paulo Freire: Dos Humanistas a Fines de Dos Siglos.” Cuaderno de Investigación 17 (Mayo 2002). Web.

[44] Cf. Ibid., Estébanez Calderón. 2008. 903.

[45] Cf. Lugo Suárez de Guernelli, Adelaida. Eugenio María de Hostos. Ensayista y Crítico Literario. San Juan: Instituto de Cultura Puertorriqueña, 1970. 11-17.

[46] Cf. Hostos. Obras Completas. Edición Crítica. Tratado de Moral. IX: I. Edición Crítica. Revisada y anotada por Julio César López, Carlos Rojas Osorio y Vivian Quiles Calderín. San Juan: Instituto de Estudios Hostosianos; Editorial de la Universidad de Puerto Rico, Oficina del Presidente Administración Central, Universidad de Puerto Rico, 2000. 382-383.

[47] Cf. Ferreras, Juan Ignacio. La Novela por Entregas 1840-1900. Madrid: Taurus, 1972.; Acosta Peñalosa, Carmen Elisa. Lectura y Nación: Novela por Entregas en Colombia, 1840-1880. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, 2009.

[48] Cf. Ibid., Ramos. 2003.

[49] Cf. Spang, Kurt. Géneros Literarios. Segunda reimp. Madrid: Editorial Síntesis, 2000. 48-49, 141-144.

[50] Lloréns, 1960. 470.

[51] Quintero Rivera. 1988. 24.

[52] Cf. Acevedo Marrero, Ramón Luis. Antología Crítica de la Literatura Puertorriqueña. Desde los Mitos Taínos Hasta Zeno Gandía (Siglos XVI, XVII, XVIII y XIX). Segunda ed. San Juan: Editorial Cultural, 2007. 248.; Reyes. “Hostos: Cinco Tesis Redivivas” Hostos: Las Luces Peregrinas. Humacao: Universidad de Puerto Rico, 2004. 17.

[53] Cf. Barceló Miller. “De la Polilla a la Virtud: Visión sobre la Mujer de la Iglesia Jerárquica de Puerto Rico.” La Mujer en Puerto Rico. Ensayos de Investigación. Ed. Yamila Azize Vargas. Río Piedras: Ediciones Huracán, 1987. 49-88.

Sinopsis

Eugenio María de Hostos, el novelista es el menos valorado por la crítica literaria. El primer Hostos escribió dos novelas, La Peregrinación de Bayoán (1863) y La Tela de Araña (1864) para la España colonial, y los regentes políticos y culturales. Entonces es de cardinal importancia, la audiencia para quienes escribió ambas obras y el lenguaje irónico utilizado contra estos, inadvertido por sus estudiosos. El estudio comparado demuestra que las novelas comparten una misma base intertextual.

Palabras claves: Literatura Puertorriqueña, Novela, Política Cultural Española, Real Academia Española, Ateneo de Madrid, Audiencia, Ironía, Siglo XIX

 

 Abstract

Eugenio María de Hostos, the novelist is the less valued by literary critics. The first Hostos wrotes two novels, La Peregrinación de Bayoán (1863) and La Tela de Araña (1864) for colonial Spain, and its political and cultural regents. Then is of cardinal importance, the audience for whom he wrotes both novels and the ironic language used against them, unknown by he’s scholars. The comparative study demonstrates that the novels shared the same intertextual base.

Key words: Puertorrican Literature, Novel, Spain cultural politics, Real Academia Española, Ateneo de Madrid, Audience, Irony, XIX Century