Hacia una Política Nacional para la Economía Creativa

Image

Por Javier J. Hernández Acosta[1]

Es momento de hablar de economía creativa en Puerto Rico. Sabemos que se trata de una corriente que se discute alrededor del mundo pero hasta hace muy poco no habíamos decidido adentrarnos en el tema. Sin embargo, comenzar la discusión requiere establecer unos supuestos y diagnóstico del contexto puertorriqueño para lograr un enfoque efectivo que realmente contribuya a fortalecer las áreas relacionadas a este concepto. Ya sabemos que la copia directa de otros modelos casi nunca funciona, y esta no es la excepción.

Antecedentes y fundamentos

El concepto de economía creativa se utiliza por primera vez en Australia en 1994, cuando el primer ministro Paul Keating presenta el informe Nación Creativa, el primer esfuerzo amplio del gobierno australiano para desarrollar una política cultural. Más allá de la promesa de inversión económica en la cultura, el informe definía al sector cultural de manera más amplia, incluyendo industrias como la radio y el cine y destacando su potencial de desarrollo económico e impacto en el turismo. Posteriormente, en el año 2001, el Departamento de Cultura, Medios y Deporte del Reino Unido publica un informe definiendo las industrias creativas como “aquellas actividades que tienen su origen en la creatividad individual, destrezas y talento, y que tienen el potencial de generar riqueza y empleo a través de la generación y explotación de la propiedad intelectual”.

Las Naciones Unidas, a través de la UNCTAD, ha puesto una gran atención sobre este sector económico, publicando dos importantes informes sobre el alcance internacional de la economía creativa. Según este organismo, el sector creativo se compone de cuatro categorías:patrimonio (arqueología, museos, bibliotecas, festivales, etc.), artes (plástica, música, teatro, danza, etc.), medios (libros, prensa, cine, televisión, radio, etc.) y creaciones funcionales(moda, diseño, artes gráficas, arquitectura, publicidad, etc.). De acuerdo a este informe, se trata de una economía que representa $592 billones en el comercio internacional. Entre el 2002 y el 2008, el sector creció a un ritmo del 14.4% anual.

Una vertiente importante del fenómeno de la economía creativa es el desarrollo del concepto de ciudades creativas. A partir del trabajo de Richard Florida, se comenzó a identificar indicadores que facilitaran y promovieran una concentración geográfica de la actividad creativa. Florida estableció su modelo a base de las 3T (talento, tecnología y tolerancia). Bajo este modelo, los gobiernos locales deberían hacer diagnósticos de sus recursos y modificar aquellos con deficiencias para tener un balance que promueva la atracción de ese talento. La idea de las ciudades creativas, en términos de desarrollo económico, consiste en aglomerar la producción industrial y empresarial en sectores de alto valor añadido. De igual forma, se plantea la importancia de atraer a estos espacios geográficos a personas con las características de lo que llama “clase creativa”.

Algunos debates o conflictos

No existe consenso sobre el fenómeno de la economía creativa. Como gran parte de los debates en las ciencias sociales, el problema radica en la pertinencia de los modelos producidos en economías desarrolladas y su aplicación a los países Sur. El primer debate parte de las razones detrás de la utilización del concepto en el Reino Unido. Definitivamente, incluir sectores como el diseño, videojuegos, publicidad y arquitectura en el sector cultural inflaría las estadísticas y serviría para justificar las inversiones en el sector. Por supuesto, el gran miedo está en que poner toda la atención en el impacto económico de lo cultural, hace perder el enfoque en su principal valor: fortalecer las identidades, modos de vida, cohesión social, diversidad y libertad de creación. Por eso algunos académicos como Stuart Cunningham ha llamado a la precaución por el efecto del “caballo de troya”.

Otro debate muy fundamentado plantea que gran parte de las políticas y medidas que proponen los organismos internacionales responden a las condiciones e infraestructura de las economías desarrolladas. Por lo tanto, pedir a países con economías más débiles que implementen este tipo de políticas puede ser un error y tener los resultados opuestos a lo esperado. De igual forma, se ha hecho un alerta al peligro de las políticas de liberalización y apertura de los mercados y los mecanismos de protección de la propiedad intelectual como requisito para entrar en la economía creativa. Sobre este particular corresponden algunas palabras. En términos del comercio internacional, ha quedado demostrado que las economías desarrolladas no han abierto sus mercados a los países en desarrollo y cada vez más implementan mecanismos no arancelarios para proteger sus industrias locales, en clara contradicción a los acuerdos internacionales. Por otro lado, en términos de la propiedad intelectual, también se ha demostrado que el alto nivel de concentración entre los grandes conglomerados, así como las dificultades que representa para los países en desarrollo proteger y beneficiarse del conocimiento tradicional y colectivo, ya que los únicos mecanismos reconocidos protegen únicamente la creación individual.

Otro debate importante sobre la economía creativa está relacionado a los planteamientos de Florida sobre las ciudades creativas y la clase creativa. A pesar de su reconocimiento en la academia y entre los países que ha consultado, este discurso ha sido muy cuestionado porque no atiende el desarrollo local desde las comunidades y la ciudadanía. A pesar de que sus indicadores son pertinentes e importantes en el desarrollo urbano, lo cierto es que se trata de un análisis muy simplista que puede llevar a acciones erróneas como desplazamientos urbanos, encarecimiento del costo de vida y desarrollo de infraestructuras que no se integran a su complejo entorno social y económico.  Por esta razón muchos expertos en el tema han destacado la importancia de hablar de comunidades y sociedades creativas en vez de ciudades creativas.

El contexto puertorriqueño

Sobre estas complejidades del discurso de economía creativa nos corresponde hacer un diagnóstico de nuestras condiciones y capacidades. Solamente adaptando estos fenómenos a nuestra realidad podremos ser efectivos en los resultados finales. Puerto Rico es un país con unas condiciones muy complejas y únicas. Se trata de una economía con un nivel de consumo de economía desarrollada y un nivel de productividad de país en vías de desarrollo. El resultado neto es que el país tiene un alto nivel de endeudamiento, y la ausencia del ahorro y la inversión hacen imposible el crecimiento. De igual forma, la condición política tiene efecto adverso en ese desarrollo. Un país con una fuerte cultura latinoamericana, pero bajo un marco legal, político y comercial estadounidense enfrenta constantes conflictos que incluyen en gran medida al sector cultural y creativo. Todas estas condiciones ha resultado en altos niveles de desigualdad, algo que ha acentuado la terrible relación marginación-violencia.

En el caso de las artes y la cultura, hemos tenido una política pública errada por estar sujeta a los vaivenes políticos. Las instituciones culturales se encuentran fragmentadas y en muchas ocasiones duplicando esfuerzos. Sobre todo, no existe ninguna coordinación con otras áreas donde lo cultural tiene gran pertinencia como el turismo, desarrollo económico, urbanismo, educación y vivienda. A pesar de este escenario, es importante destacar la abundancia de talento en distintas disciplinas artísticas y creativas. A pesar de que las artes son el núcleo e insumo principal de esa producción creativa, hemos visto una mayor movilidad hacia otros sectores de la economía creativa. Por ejemplo, técnicos, músicos, escritores, artistas visuales y actores que se movilizan a sectores como el cine, el diseño, el multimedia y la publicidad. En muchos casos, estos recursos creativos transitan por ambas avenidas, generando valor en distintos sectores de la cadena. Esa abundancia de talento es probablemente la mejor noticia que tenemos y sobre la cual debemos actuar para potenciar sus capacidades de impacto en distintas áreas del desarrollo.

El rol del Estado

Sobre estas bases es preciso entender el rol del estado a la hora de promover el sector creativo. Un primer paso consiste en evaluar el rol y estructura de las instituciones públicas. Nos merecemos un debate en torno al rol del Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP), que a pesar de su importante rol en décadas pasadas, nunca ha estado exenta del dirigismo y debate político. Debemos tener un profundo debate en torno al modelo de los Ministerios o Secretarías vs los Consejos de Arte como entes cuasi-públicos. Eso sí, no debemos malinterpretar los discursos de economía creativa con el ejercicio de mover la cultura bajo el componente de desarrollo económico. Por el contrario, yo rescataría industrias como el turismo y el cine del brazo de desarrollo económico y los integraría con la cultura, que es después de todo la finalidad del desarrollo y crecimiento económico. Por supuesto, la importancia de las instituciones culturales está en que puedan influenciar y cooperar directamente con esas áreas de desarrollo económico y social, educación y urbanismo.

Bajo una Secretaría de Arte y Cultura se podrían trabajar divisiones como educación, desarrollo comunitario, patrimonio, industrias culturales e innovación. Sobre todo, es importante que el Estado entienda su rol de mantener un balance en el acceso y participación, creación y producción. Su rol principal es fortalecer e intervenir en aquellos segmentos de la cadena de valor con mayor riesgo económico y cultural como la formación, creación y la producción. Por ejemplo, en el área de innovación, que incluye los sectores de creaciones funcionales (videojuegos, arquitectura, publicidad, multimedios, etc.), existe una gran necesidad de apoyar la investigación y desarrollo a través de laboratorios, incubadoras, divulgación de investigación y patentes.

El rol del sector creativo

            El sector creativo también tiene la responsabilidad de contribuir a la sostenibilidad del ecosistema en el que opera. Es necesario entender que los “clusters” no se crean mediante legislación ni estructuras sino mediante la cooperación y difusión del conocimiento. Es necesario que se desarrollen proyectos que atiendan cada etapa de la cadena de valor y cada uno de los sectores creativos. También podrían funcionar estructuras de segundo grado que atiendan las preocupaciones colectivas. Si no se dan estas dinámicas, será muy difícil que se pueda desarrollar un sector creativo competitivo. También es necesario que las organizaciones culturales y creativas, independientemente de su orientación o no al lucro, analicen su impacto y contribución a la sostenibilidad del propio sector a través de análisis equivalentes al balance social, como se ha propuesto con el modelo de “rendimiento cultural”. Una vez fortalecidas estas relaciones económicas, sociales y culturales, se podrá generar riqueza a través de la internacionalización, ya sea mediante el turismo cultural o a través de la exportación directa de bienes y servicios creativos. En términos del desarrollo urbano, es necesario entender el rol de la arquitectura como acción cultural mediante la integración de los espacios con la participación y creación artística.

Conclusiones

Es necesario discutir lo que esperamos de nuestras industrias creativas, pero antes es mandatorio debatir a nivel nacional el rol que deberá tener el Instituto de Cultura Puertorriqueña dentro de la política pública. Es vital entender que industrias como el cine, arquitectura, diseño, el turismo y la música tienen la ventaja de generar riqueza a través de la difusión de nuestras identidades y modos de vida. Pero esa es la dirección correcta: transmitir qué somos y cómo hacemos las cosas. Por lo tanto, estas industrias no pueden desarrollarse a partir de campañas publicitarias y ejercicios de “marca país” diseñadas en agencias de publicidad de cuatrienio en cuatrienio. “Somos lo que somos” y la autenticidad es la mejor contribución que podemos hacer al mundo.

Cualquier ejercicio, sea desde el ejecutivo y/o el legislativo, para insertar a Puerto Rico dentro del movimiento mundial de industrias creativas requiere un profundo análisis del estado de nuestras industrias culturales, su potencial de desarrollo y una dirección sobre las estrategias a seguir. Para esto sería importante trabajar sobre una Ley de General de la Cultura que incluya claramente el componente económico y comprometa a otros sectores y agencias que en la actualidad ejercen un papel importante, aunque indirecto, en la política cultural.

Estos esfuerzos y discusiones deben tener la participación activa de las instituciones culturales públicas, el sector cultural privado y esas agencias que intervienen indirectamente en la política pública para la cultura como el Departamento de Desarrollo Económico y Comercio (DDEC) y el Departamento del Trabajo. Si los esfuerzos del Estado no contemplan esta integración, estaríamos perpetuando las malas prácticas de las pasadas décadas. Es hora de aceptar que la Cultura es un componente dinámico que tiene la capacidad de influenciar positivamente las áreas esenciales para promover el bienestar: lo económico, lo educativo y lo social. Por lo tanto, es inaceptable que la política partidista y el favoritismo definan y delimiten su desarrollo.

Premisas en torno a la economía creativa

Aunque se trata de un sector complejo con necesidades complejas, lo más conveniente es elaborar sobre las premisas más simples.

  1. La economía no lo es todo – Como ha planteado Alejandro Grimson, la cultura es la finalidad del desarrollo. Por lo tanto, la economía es un medio y no un fin. Ya ha quedado demostrado que indicadores como el PIB y el empleo no son suficientes para medir el bienestar y la felicidad,  y no podemos cometer el mismo error con la economía creativa. Por lo tanto, el análisis económico debe combinarse con indicadores como la diversidad, acceso, participación y educación.
  2. El peligro de la estructura – Es natural pensar que uno de los esfuerzos iniciales consistiría en darle forma y estructura a este fenómeno. Nada más lejos de la verdad. Ya sabemos por experiencia que el exceso de estructura mata la creatividad. La economía creativa propone unas interacciones interesantes entre artes, educación, urbanismo, globalización, empresarismo, ciudad, democracia, comunidad, innovación, investigación, diversidad y economía. Es imposible crear una estructura que agrupe estos esfuerzos y encontrar profesionales con un trasfondo tan amplio. Para evitar la burocracia y el dirigismo es necesario reconocer y aceptar su naturaleza orgánica y transversal.
  3. Divide y vencerás – La economía creativa agrupa una gran cantidad de industrias con dinámicas de producción y consumo muy diversas. Sería un grave error traducir este discurso en políticas públicas, programas educativos y prácticas empresariales genéricas. Es imposible establecer estructuras únicas para su fomento, por lo que hablar de economía e industrias creativas es sólo una forma de canalizar la discusión. Es necesario atender de manera individual el patrimonio, las artes, los medios y las creaciones funcionales. De igual forma, existen estructuras de segundo grado como la ciudad y el turismo donde se entrelaza la actividad creativa. Además de las diferencias entre sectores, cada segmento de la cadena de valor (Diagrama) requiere esfuerzos, incentivos y políticas distintas.
  4. De adentro hacia fuera – Una vez más es necesario recalcar que el desarrollo de la economía creativa se fundamenta en la participación ciudadana y en la libertad de creación. Se trata de crear espacios para la diversidad creativa desde las comunidades y grupos de interés. Sólo a partir de ahí tiene sentido y será atractivo exportar esos ecosistemas de creación a través del turismo y otras exportaciones directas. Hay que ser precavidos con el exceso de concentración de los sectores y sus efectos en la capacidad emprendedora de los ciudadanos.
  5. Mientras más se mida, mejor – Por primera vez necesitamos un sistema de indicadores, cuentas satélites y estadísticas actualizadas y confiables. Es necesario fortalecer y unificar bases de datos que contribuyan a medir el empleo, los multiplicadores, índices de concentración, crecimiento, etc. Y sobre todo, es necesario trascender el análisis puramente cuantitativo y probar modelos híbridos de sostenibilidad y participación cultural.
  6. Hacia una competitividad criolla – Podemos hablar de competitividad si definimos el concepto a nuestra manera. Es necesario analizar nuestras fortalezas y debilidades y poner énfasis en ciertos sectores que demuestren abundancia en los insumos, siempre y cuando esto no afecte la sostenibilidad de otros sectores. Para establecer y fortalecer un ecosistema de economía creativa es necesario entender las interacciones entre los sectores, que muchas veces se intercambian recursos y producen efectos en cadena. Es necesario entender que la educación artística es la base de todo, de ahí salen los insumos para sectores de alto valor añadido como el diseño, los videojuegos y la arquitectura. También es necesario entender que es importante desarrollar la demanda y audiencia local. Sólo de esta manera se podrá ser competitivo a nivel internacional y potenciar sectores como el turismo cultural.

 

[1] El autor es consultor de empresas culturales, profesor universitario y director del proyecto Inversión Cultural.

 

Publicado originalmente en la primera edición impresa de la revista de cultura PRVoice: http://prvoice.com.pr/nota-tapa/hacia-una-politica-publica-nacional-para-la-economia-creativa

 

Un cielo de palabras: El entramado místico en la poesía inicial de Matos Paoli

Por: Ivette López

 

Image

A Joserramón Melendes, por haber regalado a su patria la publicación de Primeros libros poéticos de Francisco Matos Paoli

 

Al publicar la edición de Primeros libros poéticos de Francisco Matos Paoli en 1982, el poeta y editor Joserramón Melendes expuso que resultaba éste “un primer tomo posible de obras completas del autor”. Son ocho los libros aquí incluidos, deCardo labriego, de 1937, hasta el Canto de la locura(1961), que para Melendes forman una primera época (hasta 1961). Es el criterio que decidí seguir en este trabajo inicial, si bien añado El viento y la paloma, de 1963, por ser obra que, ya desde su título, se enmarca en la simbología mística de modo evidente. La edición Raíz y ala, antología de la obra del poeta, que preparó Luis de Arrigoitía, tiene el mismo criterio que la de Melendes respecto a esta época inicial del autor, si bien añade poemas de dos libros que estaban inéditos al momento de la publicación dePrimeros libros poéticos: Islario del aire y Decimario de la Virgen. Trabajo a partir de la edición de Melendes porque incluye los libros completos y hago referencia a los dos libros señalados.

Fue Juan Marey, traductor al francés de Matos Paoli, quien usó las metáforas de raíz y ala para el título de la antología que preparó de la obra del poeta (Entre l’aile et la racine). Recogía así dos símbolos que el poeta reitera a lo largo de su poesía, dos tensores, que transitan en toda su obra, constituyen parte del entramado simbólico de su poesía, integrados a los de la tradición mística.

El primer libro de Matos Paoli (sigo en este sentido el criterio de Melendes y no consideroSignario de lágrimas, que es más un folleto de emociones o “llanto rimado” ante la muerte de la madre), Cardo labriego, abre con el poema Sepulcro de sol, en el que ya encontramos la estrella (“la pura dimensión de las estrellas”), símbolo ascensional y lumínico fundamental en el cristianismo así como en culturas antiguas. Otros poemas, como La honda verdad,Negras aguas hacen referencia a la estrella o la variante astro, que será importante en el conjunto de símbolos que desarrollará el poeta. El segundo poema, Hostia de miel, relaciona la imagen de la hostia con el contexto amoroso. La hostia, en el cristianismo representación del cuerpo de Cristo, se encuentra en el poema final del libro, La canción de los hombres esclavos (69), ahora en un contexto diferente: el concepto de comunión ubica el poema en el marco de la liturgia cristiana. En un poema como La honda verdad ya está figurado el universo de Matos Paoli: “astro intocado”, “límite azul”, “alba”, “estrella” son algunos de los elementos presentes en este breve poema que luego se reiteran en su poesía toda.

Otros símbolos como alba, cruz, martirio, montaña, nimbo, cieno, son referentes que están en este libro inicial, al igual que la figura de Francisco de Asís, sobre la cual escribirá Matos Paoli múltiples poemas a través de su vida. Sobre todo se encuentra en Cardo labriego un modo peculiar de organizar el lenguaje, un universo lírico y una voz con conciencia de trabajar la palabra; por eso hay unos versos que parecen figurar lo que será el conjunto de su obra y el legado de este poeta: “literatura habré de ser yo /cuando se apague la lámpara” (39), así como otros del mismo orden: “Ya yo soy un cielo ido, /solo un cielo de palabras” (44). En el nivel de las tradiciones espirituales Matos Paoli señala en una entrevista una fuente importante del libro: “las sesiones espiritistas del centro Luz y Progreso de Lares”, pueblo en el que nació el poeta . De igual modo expone que inicia Cardo labriego el ciclo metafísico que continuará luego (Primeros libros poéticos, ccclii). El concepto de martirio para referirse al mundo en el que viven los campesinos y sus condiciones de trabajo, queda inscrito en el contexto cristiano.

Pero es sobre todo el universo en conjunto que aquí se crea, la trama propia del misticismo la que llama mi atención: ya hay en este libro la presencia de un mundo que aspira a la trascendencia, a un mundo de mayor pureza. El poema final, La canción de los hombres esclavos, muestra ese mundo que construye la poesía de Matos Paoli al valerse del contexto cultural cristiano-católico y apropiarse de su liturgia:

 

El pan amargo

es la hostia gloriosa

con la cual comulgamos

 

Los títulos y referentes culturales de los poemas sitúan al lector en la tradición cristiana:Para el árbol de DiosRelicarioEl pobrecillo de Asís, La Sagrada familiaLa oración del labriego. Así el poeta crea, en este primer libro, un contexto cristiano en el que se insertan los símbolos místicos.

Habitante del eco anuda ya los símbolos propios de la obra de Matos Paoli, en particular los de la tradición mística: alba (relacionado con la divinidad, asociado a la pureza); lirio (símbolo que en la liturgia cristiana representa resurrección e inmortalidad); rocío (imagen del mesías en el Antiguo Testamento). Encontramos claramente deslindados los espacios de lo terrenal y lo que está más allá de lo terrenal, como en “Desnudo eterno seas”:

 

Nuestra rodilla egregia, a ti subimos,

fórmula de claridad, a ti bajamos.

… … …

Ser, oh vastedad del llanto, oh cruz de tierra

En el laurel inmóvil congelada.

 

El poema final, Teoría del olvido con recuerdo, apunta al próximo libro (Teoría del olvido) y se organiza en él nuevamente el universo tan propio de Matos Paoli:

 

Las islas deseadas donde el amor controla mi sangre

yo las dejé, me olvidé con recuerdo de ellas,

cuando la dura frente bajaba hasta la tierra

y los nexos del cielo ardían por mi carne.

 

Tierra y cielo, ala, estrella y alba convergen en este poema de metáforas deslumbrantes. Los títulos del libro, en particular los de la estancia sexta, muestran los referentes religiosos: “Por tu hambre de dios nacido”, Soneto al astro de mi almaDel dios perdidoMemoria del criador.

Teoría del olvido vuelve sobre la simbología mística cristiana: el símbolo de la paloma (antiguo símbolo que el cristianismo acogió desde sus inicios) se encuentra en varios poemas; en Paloma en el tiempo representa la búsqueda de la belleza, de un mundo mejor: El tema del ser en el tiempo, parte del entramado místico, adquiere mayor destaque en este libro, en poemas como Ser en vigilia y Criatura de la muerte.

Es Luz de los héroes, escrito en la cárcel La Princesa en 1951 y publicado en 1954, el poemario en que Matos Paoli aúna la historia y concepción de la patria con la simbología cristiana propia del misticismo, aporta a la poesía puertorriqueña una dimensión diferente. Abre el libro la Acción de gracias del puertorriqueño, texto en prosa que agradece la belleza del espacio: “Padre, gracias te damos porque nos regalaste tu cielo en coral de isla amada”. La noción del sacrificio, en el contexto de la tradición cristiana, se expone en este primer texto, aliada al concepto de lucha y heroicidad: “Preparamos el recibimiento del aire más campesino de la Divinidad. Porque nuestra Patria vuelve la muerte inexistente por la hermosura que otorga la paz en libertad del sacrificio consumado”. El vocabulario del misticismo cristiano se encuentra desde el primer poema: lirio, luz, estrella, rocío, aurora, así como otros propio de su poesía: semilla (que aparece aquí por primera vez) y raíz.

Los poemas van creando un espacio nacional marcado por la heroicidad, el martirio, la belleza. “Isla desde la Princesa” (191) es ejemplo de estos contextos:

 

Sobre esta cárcel, y en el aire flora

de mártires, la patria se adivina

cantada del Atlántico que inclina

en adioses murados pie de aurora.

 

La concepción sacrificial, el derramamiento de sangre (equivalente aquí a la sangre de Cristo), Lares como espacio sagrado, la presentación de Pedro Albizu Campos como el Maestro y el uso de la plegaria se desarrollan en el conjunto de poemas. En Plegaria por Griselio Torresola (202) se observa la representación de la muerte del líder como una cena eucarística:

 

Padre, a tu casa la presencia llega

Del patriota vertido a su calvario.

Pon la mesa de astros. Del sagrario

más rico, de Tus panes hazle entrega.

 

Camposanto de héroes y Lares muestran los procesos antes señalados: los héroes en “luz de su Domingo Santo” en el primero y el espacio sagrado en Lares, poema final del libro:

 

Lares que ardiste en madre generosa

Sobre el fuego y la sed, el aire llueve

ternura de paloma en sobresalto” (203)

 

Las palabras de otro poeta de su generación, Juan Antonio Corretjer, quien en una reseña sobre el libro vio el planteamiento litúrgico que entrañaba, resultan premonitoras de la obra : “su sentido religioso de la vida, que nutre todo su verso después de Cardo labriego, le daba naturales títulos para encontrar, en el fondo del martirio patriótico, la ruta secreta y el orden simbólico que han de expresarse en la sencillez ceremonial de una liturgia bien organizada… La liturgia…requiere un orden de razón que siga siendo razón por iluminada que sea”. Observa Corretjer cómo Matos Paoli revela un hilo “secreto, sacramental”, que liga los nombres, lugares y desarrollo de la tradición patriótica. Sus palabras son emblemáticas, apuntan a lo que será la obra del poeta, a la nueva dimensión que trae a la poesía puertorriqueña, a la singularidad de su voz poética.

En el Canto nacional a Borinquen, (1955) escrito también en la cárcel y que permaneció inédito hasta que Joserramón Melendes lo publicó en Primeros libros poéticos, recoge formas de la obra anterior; “lírica de una rara proximidad a lo arcangélico”, en la que se encuentra “lo más entrañable y turgente de la tradición espiritual hispánica y puertorriqueña”, escribió José Emilio González en el prólogo. Ya en el primer poema se observan los símbolos propios del misticismo cristiano como lirio, luz y cruz, así como la configuración de un espacio que va hacia el infinito:

 

entretejido de la blanca cruz que modela la

patria,

abro en Borinquen una tierra viva.

Lato en la cumbre original. Respiro.

De sol en sol recojo

sus cármenes sembrados de infinito.

 

La concepción de Borinquen como espacio de resurrección se establece en este poema inicial y se repite en el texto: “Borinquen resurrecta /como el agua votiva que traspasa /el hervor renacido de las constelaciones”.

Criatura del rocío (1956) consta de cuarenta sonetos que se inspiran en la figura de Cristo: el rocío es una imagen del mesías en el Antiguo Testamento, como expone el epígrafe: “Y en mis ramas permanecía el rocío” (Job 29, versículo 19). Decimario de la virgen, de 1958 y que permaneció inédito hasta 1990 es, como expone su título, un conjunto de doscientas décimas a la virgen, “de una innegable experiencia mística”, en palabras de la autora del prólogo. Todos los símbolos propios del misticismo cristiano se encuentran aquí y se desarrollan en estos libros hermanos en torno a dos figuras claves del catolicismo. Matos Paoli escogió las estrofas clásicas para estos libros, ambos representativos de experiencias de corte místico: la décima y el soneto son formas que trabaja a través de toda su obra. El título de Criatura del rocío, expone Margot Arce en el prólogo, “fue sugerido por un versículo del libro de Job: “y en mis ramas se posará el rocío”. Los símbolos lumínicos abundan aquí, así como los de carácter ascensional, frecuentes en la poesía de Matos Paoli: ala, aurora, cenit, cielo, cima, nimbo, alba. Estos se aúnan a símbolos religiosos o de referentes rituales como cendal, ofertorio, cruz, lirio, cáliz. Las metáforas se llenan de resplandor como en “Cordero”:

 

Solo refulge en derredor del viento.

Y trémolo de pétalo culmina.

En el agua con noche diamantina,

solo raíz. Desvela el firmamento

 

Es un proceso que parece culminar en lo que se considera la obra central del poeta: Canto de la locura. “La analogía con la pasión de Cristo no puede ser pasada por alto”, escribe en el prólogo de la primera edición José Emilio González. Observamos aquí uno de los grandes temas de la literatura mística: la nada. Luce López Baralt recuerda que San Juan de la Cruz fue llamado “doctor de las nadas” y que en la concepción mística “Dios es la gran nada porque no existe en el sentido que las cosas creadas existen” (36). El inicio del poema representa la nada, que no es ausencia sino espacio lleno de significación; son los versos hermosos, tan citados: “Ya está transido, pobre de rocío, /este enorme quetzal de la nada”. La voz poética recurre a la nada:

 

Pero yo no quiero el sol

que fructifica en los saludos:

quiero la serena oquedad,

el silencio vacío que tumba

el ala de los ruiseñores.

 

La incapacidad para el habla, el no poder explicar en palabras la experiencia, es propio de la experiencia mística y en este poema se hace evidente:

 

Porque soy el poeta,

befa mayor de la palabra,

 

Otro poema alude a una experiencia igual: “Digo mal. No es posible comunicar la flora del cielo”. De hecho Ortega plantea que el desafío mayor del sistema poético de Matos Paoli es “cómo incorporar la cárcel, ese exceso de evidencia empírica en una poesía que hace del nombre y la cosa el comienzo de una alegoría salvadora”.

El desasirse de la palabra, tan propio del decir místico, se encuentra aquí: “yo, Francisco, /aquel que no tendrá nombre /cuando el aluvión despierte /para preñar los astros”. Toda la estructura simbólica queda acrisolada en este canto. Termina el poema con los versos a una de las figuras más frecuentadas y queridas en la poesía de Matos Paoli, Francisco de Asís: “¿Cuándo vendrá la florecita de Francisco de Asís, /el de la fina humillación de las cosas, a retener la isla jubilosa?”. En el contexto de la atmósfera mística se presenta la realidad; cárcel y locura, acción y contemplación se aúnan para develarnos este mundo. Nimbo, orto, cima, cruz, luz, estrella, lumbre, astro, son vocablos recurrentes. Pedro Albizu Campos es el Cristo de la patria, el mártir: “Piedra de Puerto Rico. Piedra fluvial y alada /con el aroma de la sangra mártir /de un Domingo de Ramos”. Sobre este punto escribe Julio Ortega: “Albizu es otro Cristo, el revolucionario, pero es sobre todo el ángel del sacrificio, como Martí…” Uno de los poemas remite a Teresa de Jesús, conocida por su esfuerzo en pos de la unión de acción y contemplación: “Dijo que entre pucheros /avanzaba el Señor, /dijo más, exclamó /que el mundo es una burla”. A partir de las palabras de la escritora expone la voz poética: “porque supe de la unidad lilial /entre la acción y la contemplación”.

El viento y la paloma llega “a una cima de expresión mística” (Arrigoitia). Para Josefina Rivera de Álvarez este poemario marca “la terminación de la etapa creadora… que comenzara con Teoría del olvido y Habitante del eco…” Silén comenta que “el catolicismo de Matos Paoli… producirá cuatro de los grandes libros místicos de la actualidad, o quizás los libros esenciales del misticismo latinoamericano: Canto de la locuraEl viento y la palomaSombra verdadera y Los crueles espejos. A partir de este libro su poesía presentará dos tendencias predominantes: “la espiritual trascendente que se hace cada vez más inmanente y la histórico-patriótica, que siendo inmanente se hace cada vez más trascendente” (Arrigoitia 238).

En palabras “a modo de prólogo”, Matos Paoli escribe que el viento hace referencia a la fundación de la iglesia cristiana, según Hechos de los Apóstoles, el viento de pentecostés: “La paloma es el ave sagrada que se presentó a nosotros durante el bautismo de Cristo”. La voz poética reflexiona aquí sobre la existencia y el tiempo, sobre la relación con la divinidad, el dilema entre quedar atrapado por el mundo y resguardarse de este:

 

Cuando choco con los acantilados,

el falso mar se acerca

en su tumulto diamantino.

Pero yo no me dejo recoger

de la espuma que pasa.

Soy un pez de lo hondo,

una inmovilidad en éxtasis,

un rumor de silencio en superficie.

 

Son poemas de simbolismo cristiano y de los símbolos a los que Matos Paoli les otorga significado en ese conjunto. Con este libro culmina una etapa que no se cierra, ya que el poeta volverá una y otra vez sobre estos temas y estructuras simbólicas con las que construyó su “cielo de palabras”.

 

La autora es profesora en la UPR en Bayamón

 

Fuente: Claridad, En Rojo, 10 al 16 de abril de 2014

http://www.claridadpuertorico.com/content.html?news=609A1BB6E77AA0C4BFA0BE3F75700467